viernes, 12 de diciembre de 2008

EL CUENTO

Es una narración sencilla, una historia, una anécdota, un relato nacido de la imaginación o de los hechos reales.

La adquisición y afianzamiento de la lengua oral y escrita, pueden facilitarse privilegiando el uso del cuento: esto es, los escritos que son capaces de producir cuando su imaginación es estimulada con recursos adecuados a sus intereses y su desarrollo. De esta manera, continúan ejercitando un mismo código, o sea, el relato de secuencias completas.

Porque los buenos libros de cuentos presentan material atractivo y cautivante que los enrolará como lectores, al tiempo que elegimos para la enseñanza del lenguaje, textos con información precisa y clara que hacen comprender a los alumnos, que hay reglas que facilitan el uso correcto del idioma y que, para la incorporación y práctica de la estructura del lenguaje completa y de complejidad creciente es preciso recurrir a libros específicos que posibiliten el aprendizaje sin engañar al lector.

La experiencia en talleres de producción literaria, orientada durante años a la creatividad de alumnos, demostró que se interesan en el aprendizaje cuando los elementos son claros y les atrae más la lectura cuando se trata de cuentos completos; es un material cuya ilación puede seguir y que estimula el pensamiento lógico.

Se les debe acostumbrar a buscar significado en lo que leen. Porque sólo en le material escrito, los pequeños aceptan y convalidad la aparición de palabras desconocidad o de uso corriente, las incorporan a su léxico y se interesan por comprenderlas cabalmente ( el lector las aclarará con un sinónimo y seguirá adelante) y expresiones idiomáticas que, si no son novedosas, al escucharlas o verlas impresas, les ratifican sus modelos de decir.

Lo expuesto hasta ahora es suficiente para considerar la necesidad de un cambio en los diseños metodológicos de la enseñanza.

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